12/17/2010

El Optimismo

El optimismo es una tendencia interna a observar los acontecimientos desde una perspectiva positiva tanto a futuro como en el presente. Es un sentimiento interno que le dice a la persona que las cosas saldrán bien o mal.

Esta actitud actúa como un intermediario entre usted y la realidad. Una buena manera de verlo es como un lente especial que muestra todo de una forma mas clara y nítida. Su contraparte, el pesimismo, seria un lente sucio y oscuro que no le permitirá desempeñarse de la mejor forma.

Esta condición es la que aporta las ganas de vivir y de tener esperanzas de que todo estará aun mejor en el futuro. Todos tenemos un grado de optimismo. De no ser así resultaría imposible levantarse tras un error o un fracaso y ver hacia el frente. Lo ideal es que ese optimismo no este aislado y reducido, mas bien que crezca y abarque la totalidad de su vida.

Las ventajas del optimista
Mejor salud.
aunque no lo crea, la mente también influye en la salud física y bienestar de su cuerpo. Estudios demuestran que hay una relación entre la proclividad de enfermarse y el estado de animo, y la actitud de ver las cosas, por lo que siendo optimista, puede evitar y curar enfermedades de manera mas fácil.

Sin depresión.
Los optimistas también tienden a tener menos problemas de depresión porque ven su vida de forma positiva y, por lo tanto, la estiman y la aprovechan al máximo.

Sociabilidad.
La autoestima va de la mano con el optimismo y juntos propician que la persona tenga confianza en si misma y pueda interactuar exitosamente con cualquiera. Así, conseguir relaciones amistosas y sentimentales no requiere de ningún esfuerzo extra.

Espíritu emprendedor.
Ver el futuro con buenos ojos anima a los optimistas a llevar a cabo sus ideas sin pensar en que algo puede salir mal. Esta confianza inicial, alimentada por la perseverancia, propicia éxitos en la mayoría de los casos.

Éxito profesional.
Es importante no darse por vencido ante las adversidades. Pensar en las caída como un reto y apreciar la perdida de un trabajo como una oportunidad de conseguir algo mejor, son cualidades importantes del optimista. La constancia, la dedicación y las capacidades intelectuales como la resolución de problemas o la motivación, hacen que este tipo de personas sobresalga.

Cuestión de enfoque
La diferencia esencial entre una actitud optimista y una pesimista radica en el enfoque con que se aprecian las cosas.

Si se empeña en ver con desencanto los acontecimientos y descubrir en ellos puras sensaciones e impresiones negativas, inevitablemente será una persona apática, mediocre y sin capacidad de ver a futuro.

El optimismo, por el contrario, es enfocar la vida de una forma tal que sea fácil encontrar soluciones, ventajas y posibilidades en todo lo que se le presente.

el pensamiento del optimista tiene dos particularidades: cree que los acontecimientos positivos son permanentes y generalizados. Es decir, que las cosas buenas prevalecerán todo el tiempo y en todos los sentidos. Por el contrario, considera los acontecimientos negativos como una excepción que solo es pasajera y muy especifica.

El peligro del pesimismo
El pensar todo desde el lado negativo en ocasiones no se queda en una mirada desencantada de un hecho sino de toda la vida.

según múltiples estudios, hay una clara relación entre la actitud pesimista y la depresión. Es decir, una característica del comportamiento puede convertirse en un cuadro clínico delicado si no se incentiva un cambio de visión.

Inculcando el optimismo
El optimismo no siempre se trae en los genes. Es, sobre todo, una actitud adquirida y para aprender a serlo no hay edad. De hecho, entre mas joven se haga mejores resultados obtendrá, por lo que debe educar a sus hijos con esta importante cualidad.

Cuidado con la critica
Reprender a sus hijos cuando hacen algo malo es un arma de dos filos, depende de usted encaminarlo de una forma positiva. al criticar o regañar a su niño sea preciso para que entienda el motivo especifico y la naturaleza de su enojo. así no sentirá una culpabilidad excesiva y vera que es solo un aspecto en el que esta fallando.

Explíquele la razón del problema. los criterios morales y valorativos de un niño no están plenamente desarrollados, por lo que explicarle las consecuencias de sus acciones ayuda a entender mejor la situación y le enseña a aprender de sus errores. Sea propositivo y pídale que reflexione sobre lo ocurrido, que piense en una manera de reparar el daño y que lo haga. Si lo hace de forma efectiva, entonces aprendió la lección y será muy difícil que vuelva a cometer un error similar.

Reestructure la situación
Otra técnica inteligente para enseñar a ser optimista, es tomar y analizar una acción especifica que le haya causado a su hijo mucha angustia, desencanto, impotencia o cualquier sensación negativa.

la idea es desarmar todo el armazón que produce una apariencia mas grande del problema cuando en realidad no lo es. Así, lo deja en su real dimensión y el niño vera que es solucionable, La clave es que enseñe a sus hijos a desentrañar las causas y los efectos de los acontecimientos porque sus pensamientos tienden a exagerar las cosas y magnifican la realidad.

Por ejemplo, si saco una mala calificación, el niño puede desanimarse y sentir que todo esta perdido. En cambio, si aprecia que la causa fue que no estudio lo suficiente y el efecto fue solo una baja en la calificación pero no una reprobación del curso, entonces el horizonte luce distinto.

Con esta toma de conciencia, puede ver la calificación como un reto y estudiar lo suficiente para que eso no vuelva a ocurrir. De el depende que esa nota se transforme en un verdadero fracaso o solo un ligero tropiezo.

El lado positivo
Enseñe a sus hijos que no existen absolutos en lo que pasa en la vida. No porque ocurre algo negativo tiene por que cambiar la perspectiva positiva de la vida.

En la medida de lo posible, extraiga lo positivo de algo que haya ocurrido. Por ejemplo, si su hijo tuvo un accidente en su patineta y esta se rompió, procure decirle cosas como "al menos no te pasa nada malo" o "esa bicicleta ya estaba vieja, de todos modos, ya era hora de comprar una nueva.

Acostúmbrese a usted y a sus hijos a abordar los hechos desde distintas perspectivas y vera que casi siempre encontrara argumentos para suplir la tristeza con alivio.

Usted es un modelo
Si de alguien adquieren los niños la mayor parte de su personalidad, es de sus padres. y para aprender a ser optimistas no bastan las palabras sino los hechos. En caso de que usted no sea un optimista, trate de desarrollar esta actitud a como de lugar.

Visite a un psicólogo para que lo ayude si es necesario; recuerde que es el futuro de sus hijos lo que esta en juego. si eso no esta dentro de sus posibilidades, trate de desarrollarlo junto con sus hijos; busque dinámicas especificas, lea libros de motivación y evite dar manifestaciones de pesimismo frente a ellos.

Vanguardia Liberal

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