12/12/2010

El Arte de Agradecer

¿Realmente has encontrado la felicidad? Este artículo te enseñará los secretos para encontrarla, vivirla y disfrutarla?

Desde tiempos antiguos el ser humano ha estado en una búsqueda constante de la felicidad. Filósofos, científicos y hombres comunes han invertido tiempo y recursos para encontrarla, sin embargo, muy pocos la han alcanzado ¿Cuántas veces, tú mismo, te has preguntado qué debes hacer para ser feliz? ¿Cuántas veces te has sentido verdaderamente feliz? En este sencillo artículo, quiero invitarte a descubrir que ser feliz es más simple de lo que te imaginas, es una decisión personal que no se basa en situaciones externas, sino más bien en una actitud y disposición del corazón.

Cuando era más joven me gustaba quejarme acerca de todo lo que no tenía. Miraba a mis compañeros de escuela y pensaba que ellos eran muy afortunados en tener el dinero que tenían, la ropa de última moda, o sólo por ser quienes eran. Me comparaba con muchas niñas y siempre eran más bonitas que yo. Pensaba, si fuera más rubia (soy bien morena) si no fuera tan alta, si fuera más flaca, siempre había algo que me detenía de ser feliz y agradecida.

En esa época, mi familia no tenía muchos recursos económicos, lo que significaba que mi hermana y yo compartíamos la misma ropa, y como yo era más alta me quedaban los pantalones cortos y los zapatos apretados. La verdad es que mi vida de adolescente no era nada feliz según yo.

Pensaba muchas veces que Dios era injusto conmigo, que mi vida no era como yo quería que fuera, en fin, me quejaba constantemente con Dios y le exigía darme lo que yo quería para ser feliz. Sin embargo, me fui dando cuenta que aun cuando tenía lo que quería no era feliz ¿Cuáles son las cosas que crees que te harían feliz a ti? ¿Más dinero? ¿Un novio/a? ¿Un grupo de jóvenes más numeroso? ¿Ser reconocido en la iglesia? ¿Un auto?

La felicidad no es el resultado de una vida exitosa. El tener más recursos no garantiza tener más felicidad. Una vida sin problemas ni necesidades no es una vida sin infelicidad. O más simple aún, un novio/a no te dará felicidad. Tener un grupo de jóvenes grande y ser reconocido en la iglesia no hará un cambio en ti. Puedes comprobar esto fácilmente.

Muchas personas que aparentemente poseían todo lo que cualquier mortal desearía han terminado quitándose la vida: cantantes, actores, políticos…la lista es interminable. Ni la fama, ni el dinero les dieron felicidad. Pero ¿Cómo se puede ser feliz? Aquí va la respuesta.

1 - Tener un corazón agradecido.
“Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.” Efesios 5:20
Lo primero que necesitas hacer para ser feliz es tener un corazón agradecido, esto es tener una actitud de agradecimiento en todo lo que vives y te ocurre a diario. Para lograr esta actitud debes cambiar algunos aspectos de tu vida que, probablemente, se han convertido ya en hábitos en ti.

Me refiero, por ejemplo, a la queja y la comparación. Si hoy al almorzar tu mamá cocinó sopa y a ti no te gusta, en vez de quejarte y decir: “sopa ¡qué malo!” di: “gracias Señor por esta sopa”.

Parece divertido, pero así es como funciona, en lo práctico, en lo cotidiano. O en tu grupo en casa, o célula, si llegan dos personas y esperabas a seis en lugar de quejarte por las cuatro que no están agradece por las dos que sí están. El quejarte sólo te hace más infeliz y desdichado, no te permite ver ni darte cuenta de todas las bendiciones que Dios te regala día a día.

Muy por el contrario te hace creer que no tienes Bendiciones y que nada bueno pasa en tu vida. “Todos los días del afligido son difíciles; mas el de corazón contento tiene un banquete continuo” Proverbios 15:15. Este proverbio nos muestra claramente que no se trata de lo que pasa en el exterior (problemas, dinero, salud) sino de lo que ocurre en el interior, en el corazón.

Si posees un corazón agradecido que no importando la situación agradece a Dios por todo, eres poseedor de un tesoro. La felicidad se encuentra en el corazón de quien es agradecido y puede disfrutar de lo más sencillo y cotidiano que le ocurre a todas las personas: la familia, el colegio, los amigos, la comida…etc. No es algo que algún día encontrarás si te pasa esto o aquello previamente.

Comienza hoy mismo a practicar el agradecimiento. Al empezar el día haz una oración sólo de agradecimiento al Señor, piensa en todas las cosas por las que podrías estar agradecido: tu vida, conocerle a Él, tu familia, tu salud, tus amigos…etc. Mientras vas a tu colegio o universidad agradece por poder estudiar, mientras caminas a tu sala agradece por tus piernas, cuando saludes a un amigo agradece su amistad, cuando escuches la clase agradece por tus oídos e inteligencia, cuando regreses a casa agradece por el término del día.

cuando te acuestes tendrás muchas razones para darle gracias al Señor. Haz esto cada día y comenzarás a darte cuenta cuán feliz y afortunado eres, te darás cuenta lo maravilloso que es Dios al cuidarte y regalarte hermosas bendiciones en cada momento que vives.

Aleja la queja y la comparación de tu vida, no te quejes por lo que no tienes sino que agradece lo que tienes; no te compares con otros ni compares lo que vives hoy con lo que vivías ayer. Nunca digas: “¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que estos?

Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría”. Eclesiastés 7:10. Cuando quieras decir algo a Dios, di: “Gracias Señor, gracias por permitirme vivir pobreza, riqueza, amor, desilusión…etc, porque sé que tienes un propósito para mi vida”.

Al dar gracias tu corazón y tu vida comenzarán a ser más felices, disfrutarás más de ella, tendrás más amigos (aunque no lo creas las personas positivas atraen a otros y las negativas los alejan), sonreirás más, serás más saludable…hasta la comida te resultará más sabrosa.

El Arte de Agradecer es sumamente valioso y enriquecedor para quienes lo practican. Es muy importante además cuando eres líder, tus acciones son observadas por muchos, tu forma de ser sirve de guía y modelo para muchos jovencitos que quieren ser como tú. ¿Qué ejemplo les estás entregando a tus jóvenes? ¿Qué lección de vida has traspasado a ellos a través de tus acciones?

2 - Confiar en Dios
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien.”
Romanos 8:28.

Confiar en Dios es clave para ser feliz. Saber que todo lo que te pasa, lo bueno y lo malo, Él lo usa para tu bien, da tranquilidad a tu alma, sin embargo, no es nada de fácil. Muchas veces cuando pasamos por situaciones difíciles, lo que menos hacemos, es confiar en Él.

Nos olvidamos de que nos ama y pensamos que está lejos de nosotros, que no nos escucha o que, simplemente, dejó de querernos. Esto produce angustia y tristeza en nosotros y, en vez de ser felices, estamos preocupados, tristes y sin esperanza, lo que finalmente nos aleja de Dios.

Hoy quiero animarte a vencer en tu vida la desconfianza en Dios. Quiero que sepas que puedes confiar en Él, que todo lo que vives tiene un plan perfecto si has entregado tu vida a Cristo, que tus sueños y anhelos de servirlo y agradarlo los ha puesto Él en tu corazón y Él se encargará de llevarlos a cabo. Quiero que sepas también que eso no significa que tu vida no tendrá problemas y que todo te saldrá bien sino que significa que tendrás a Jesús de tu lado cuando cosas difíciles vengan.

Confiar en Dios es lo más maravilloso que el cristiano y líder puede experimentar. En medio de cualquier dificultad, de cualquier tormenta, puedes saber que Él está ahí, junto a ti, puedes verlo y sentirlo con tus ojos espirituales y saber que lleva tu barca a puerto seguro, aun en medio de las olas rugiendo a tu alrededor.

Finalmente, puedes incluso ser feliz en la tormenta si sabes y aprendes a confiar en que Él te tiene y no te soltará. Todo depende de ti. Confiar en Dios es una decisión que sólo tú puedes tomar, nadie más. Empieza hoy mismo. Si estás viviendo alguna situación difícil, si no sabes qué pasará con algo en tu vida, si estás aproblemado, si no quieres ser más líder en tu iglesia, si has pensado abandonar a tus jóvenes, si piensas que Dios no responde a tus oraciones, si has querido dejar todas tus responsabilidades en el ministerio, haz una oración de confianza en Dios.

No te guíes por emociones, no esperes sentir un toque mágico que solucionará tus problemas. Actúa en fe, decide confiar y declarar sobre lo que vives que tú confías en Dios y que, a pesar de lo que pasa, sabes que Él te ayudará y que seguirás en el ministerio y en tu servicio a Él pese a todo. Este paso de fe te llevará a donde Dios quiere que vayas. Confía en Él. Demuéstrale tu confianza con una sonrisa, con paz, con felicidad. Esta decisión traerá como consecuencia la respuesta de Dios en tu vida.

Como te habrás dado cuenta, ser feliz no está reservado para quienes tienen dinero, fama, vidas sin problemas o son muy exitosos en el ministerio. Muy por el contrario, está destinado para todos aquellos que comparten con Pablo un corazón sencillo y agradecido que confía en Dios y, por lo tanto, es feliz:

“He aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo he sido enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad”.
Filipenses 4:11-12.

Cristian

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